¿Cómo es posible que una persona vea cosas que escapan de la realidad, que escuche voces que le susurran al oído o que sienta la presencia de alguien a su lado cuando, en realidad, no hay nadie?
Aunque esto parezcan escenas sacadas de una película de terror, miles de personas sufren a diario con estos tormentos. La actividad paranormal, al igual que la depresión, el insomnio, los pensamientos suicidas, entre otros, tienen su origen en el espíritu del ser humano, cuando es atacado por las fuerzas del mal.
La verdad es que el ser humano debe cuidar todas las áreas de su vida, sobre todo la espiritual. Pero, cuando no lo hace, les da lugar a que, de una u otra manera, las entidades malignas entren y tomen el control de su mente y cuerpo.
Esto se puede corroborar en el siguiente pasaje de las Sagradas Escrituras:
«… Y cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y este, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?
Y él respondió: Desde su niñez. Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. Jesús le dijo: “¿Cómo si tú puedes?”. Todas las cosas son posibles para el que cree.
Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúdame en mi incredulidad. Cuando Jesús vio que se agolpaba una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él.
Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían:
¡Está muerto! Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie.» Marcos 9:20-29
En este caso, el joven estaba atormentado por el mal desde su niñez, incluso físicamente. Pero fue libre cuando su padre lo acercó al Señor Jesús.
¡Sea libre!
Hay quienes piensan que los milagros son cosas del pasado, de los tiempos bíblicos, que no pueden existir en pleno siglo XXI. Sin embargo, el Señor Jesús les dio poder y autoridad a Sus siervos para sanar y liberar a los sufridos, aun en la actualidad, mediante Su Nombre.
«… Jesús les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia...» Mateo 10:1
Por este motivo, si usted se da cuenta de que necesita ser libre de la opresión maligna, participe de la Reunión de Liberación espiritual, todos los viernes, a las 7:30 h, 10 h, 16 h o 20 h, en la Universal más cercana a su domicilio.