¿Quieres cambiar de vida? Deja de reclamar y haz esto

Cosas grandiosas comenzarán a suceder en tu vida

¿Tienes el hábito de reclamar de tu situación? ¿Maldices personas, cosas o lugares? Si es así, es posible que tú seas el motivo de que todo salga mal y tus planes no sigan adelante.

 

Pero ¿por qué?

 

«Ahora bien, si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo […] Porque todo género de fieras y de aves, de reptiles y de animales marinos, se puede domar y ha sido domado por el género humano, pero ningún hombre puede domar la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal.» (Santiago 3:3-8).

Es decir, la lengua tiene poder para mejorar o empeorar una situación. Para bendecir o para maldecir.

 

¿Qué significa esto?

 

Que uno debe revisar urgentemente el tipo de palabras que salen de su boca. De eso depende no solo su éxito financiero, sino el de todas las áreas de su vida. Por lo tanto: deja de reclamar y aprende a profetizar. Levántate y profetiza que tu día será bendecido, abre tu boca para bendecir. Cuando comienzas a hacer eso, lo que está estancado o muerto en tu vida va a comenzar a suceder y escucharás a Dios moviéndose en las áreas que estaban «atadas».

Un ejemplo de ello es el profeta Ezequiel que, delante de un valle de huesos secos, profetizó el levantamiento de un gran ejército (lee la historia completa en Ezequiel 37:1-10).

Ezequiel anduvo en un lugar muy feo, que exhalaba muerte; tal vez tú estás viviendo una situación difícil, como nunca antes, pero tienes un Dios que lo puede todo.

Ezequiel comenzó a profetizar, los huesos se colocaron en su lugar y la profecía comenzó a hacerse realidad. Eso muestra que donde el Espíritu de Dios actúa, las cosas suceden. El valle comenzó con muerte, pero terminó con un ejército. Comenzó seco, pero terminó con vida.

No importa si estás comenzando con poco o recomenzando. El Altísimo puede hacer de ti un ejército. Él está contigo y, cuando Su mano está sobre la vida de una persona, la protege, bendice y multiplica. La última palabra no es la del juez, la del abogado o la del especialista… ¡es del Señor!

 

Congreso para el Progreso

 

Podrás aprender más enseñanzas, y cómo usar tu fe a favor de tu vida financiera, en el Congreso para el Progreso Esta reunión se realiza todos los lunes, especialmente a las 9 p. m., en La Sede Nacional, Av. Venezuela 681, Breña. O en la Universal más Cercana a su hogar.

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