Chico triste con manos en la cabeza sentado en el parque

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El dolor, desde el punto de vista médico, es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien.

Puede dar a conocer la existencia de un problema. Sin dolor, podríamos lastimarnos gravemente sin saberlo, o incluso nunca llegar a saber de un problema médico que requiere tratamiento.

Para el dolor, en general, existe una solución.

No obstante, no todos los dolores que experimentamos a lo largo de nuestras vidas son producidos por una causa física, es decir, debido al sufrimiento o padecimiento de una enfermedad.

Existe otro tipo de dolor, un dolor interno, el dolor del alma. No aparece de manera repentina, sino de manera gradual, hasta que la persona se encuentre sumergida en un mundo de apatía total y completa.

El dolor del alma es difícil de detectar, ya que muchas veces lo identificamos como desánimo y no le damos la debida importancia, haciéndolo cada vez más profundo.

¿Cómo curar el dolor del alma? ¿Estarán relacionados el dolor del cuerpo y del alma en algún punto?

¿Qué duele más: el dolor del cuerpo o el dolor del alma?

De la misma manera que una lesión física puede causarle dolor a una persona, los impactos emocionales también generan dolor. Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, todo dolor tiene una carga emocional, aunque no siempre se califiquen como emociones reales.

El fenómeno conocido como somatización, es un proceso a través del cual las personas experimentan un malestar emocional, el dolor del alma, a través de síntomas físicos que carecen de una explicación orgánica, es decir, no tienen relación con una enfermedad  o mal estar.

De manera similar al dolor físico, que cuando no recibe el tratamiento adecuado tiende a quedarse e interferir en la vida de la persona, el dolor del alma también deja cicatrices que perjudican de manera severa la vida y bienestar emocional, así como espiritual del individuo.
De acuerdo con los investigadores, es enviada la información de todos los circuitos emocionales humanos a todo el cerebro, incluída la corteza posterior, dónde se generan e integran diferentes tipos de dolor, convirtiéndose en algo que la persona puede realmente sentir, en un plano físico. “Esto explicaría por qué algunas personas que presentan ciertos tipos de dolor físico, mejoran al recibir tratamientos psicológicos”, comenta el psiquiatra Rodrigo Córdoba.

En la Universal nuestra prioridad es llevar el mensaje de liberación y salvación a todo el mundo, y los miércoles se dedican a ello en la Noche de la Salvación del Alma.

La vida del ser humano está incompleta sin la presencia del Espíritu Santo, por lo que ese día se dedica un tiempo a la búsqueda del bautismo. Al recibir el Espíritu de Dios, su vida no será la misma.

Las reuniones de la Noche del Alma se realizan todos los miércoles en la Av. Venezuela N° 681 Breña, o  en la Iglesia Universal más cercana a su hogar.

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