Cuando alguien en la familia sufre de depresión, esta condición no sólo afecta a su rutina diaria, sino que también tiene un impacto en la vida de la familia.
Cuando alguien en la familia tiene depresión, el ambiente puede tensarse un poco, y a veces se presentan dinámicas familiares que pueden conducir a que otras personas presenten también cuadros depresivos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la depresión no se “contagia” pero las probabilidades se incrementan en el sentido de que las relaciones interfamiliares se ven afectadas, causando sentimientos de culpa, cambios de roles e incluso afectando la economía.
Puede ser difícil, para alguien que nunca sufrió depresión, entender la tristeza profunda y sin razón aparente que no tiene razón para existir. En este caso, la sensación de incapacidad puede afectar al individuo y, con ella, pensamientos perturbadores pueden surgir.
Es muy común que el familiar cuidador, en algún momento, se sienta culpable por la tristeza del paciente. Este sentimiento puede generar mucha tristeza y disminuir la fuerza necesaria para ayudar en esta fase tan complicada.
Es importante que el cuidador entienda que la depresión es una enfermedad y que tanto la tristeza profunda como el desánimo son síntomas que no están relacionados con su alrededor. Aceptarlo puede hacer que el proceso sea menos complicado.
Es importante que el cuidador busque también apoyo psicológico.
Cuando el día llega a su final y puedes descansar, el silencio recae sobre ti como una fuerza opresora. Sientes como si te ahogaras y, de repente, te das cuenta de que es una vieja sensación: el vacío.
Es como si la soledad tomara cuenta de tu cuerpo. El sentimiento de vacío hace que el cuerpo sufra con esa constante presión. Es como estar lleno de nada.
Cuánto más profundo es el sentimiento de vacío, más crece el deseo de encontrar algún tipo de alivio. Sin importar qué sea necesario, buscarás ese sentimiento de alivio, y ahí es cuándo surge el peligro.
Cuándo parece que nada tiene solución, es cuando decides ponerle un fin definitivo a todo.
En la Universal, nuestra mayor prioridad es llevar el mensaje de liberación. Nuestras reuniones de los viernes son especialmente dedicadas a ello, en la Noche de Liberación.
Las reuniones de liberación se realizan todos los viernes, en la Av. Venezuela 681 – Breña, o en la Iglesia Universal más cercana a tu hogar.
Direcciones en Lima
Direcciones en Provincia
