Por Ester Bezerra
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24).
Necesitamos mantener nuestra mente enfocada en Dios para pensar como Él. Con esa dedicación a Sus Palabras de vida, estas nos van a satisfacer de tal modo que sabremos la necesidad urgente llevárselas a quienes no Las conocen aún. Eso requiere de nosotros que no deseemos las cosas del mundo y no caigamos en las artimañas del diablo.