Vea qué es lo que realmente importa para tener un matrimonio duradero y feliz
El obispo Edir Macedo y su esposa, Ester Bezerra, dijeron cuál es el secreto para tener un matrimonio duradero y feliz.
De acuerdo con el obispo, el matrimonio sólido y con personas que se apoyan tiende a resistir los problemas que surgen en la vida de una pareja, independientemente de la gravedad. “Cuando fui encarcelado, yo estaba en la desesperación, con ira, indignado por aquella injusticia, pero, cuando llegó Ester, me relajé. Cualquier problema que enfrentamos, cuando estamos juntos, nos fortalecemos el uno al otro”, destacó el obispo.
No obstante, para que haya ese compañerismo entre la pareja, el obispo advierte que es necesario que ambos estén de acuerdo con la Palabra de Dios. “Yo constituí nuestro matrimonio en la Palabra de Dios, porque esa Palabra hace que pensemos igual. Si pensamos igual, no habrá peleas o disputas”, enseñó.
La señora Ester, a su vez, aclaró que ese compañerismo solo es posible a partir del momento en el que la pareja decide colocar al Espíritu Santo como parte del matrimonio. “Los matrimonios no han sido exitosos, porque no hay esa enseñanza. El propio Espíritu Santo le da el beneficio de la sabiduría, paciencia, del entendimiento y comprensión con respecto a todos. Él es lo más precioso que puede suceder en la vida de la persona”, señaló Ester.
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El matrimonio edificado
Además de eso, el obispo incluso explicó que, por medio de las enseñanzas del Espíritu Santo, la mujer es capaz de construir una casa y una familia bendecidas. “La mujer sabia edifica su casa. Pero, la Biblia también dice que la mujer necia la destruye”, dijo el obispo, que también aclaró que con el Espíritu Santo es posible encontrar a la persona que le hará feliz.
“Entonces, coloque esto en su mente: si usted quiere encontrar un marido (una esposa), entonces, tiene que sacrificar. Tiene que cambiar sus conceptos y pensamientos. Tal vez usted siga los consejos de su padre o, tal vez, su madre se separó y su vida fue un infierno. No sigua el mal ejemplo de sus padres. Siga la Palabra de Dios”, aconsejó el obispo.
Asimismo, él reafirmó el papel del Espíritu Santo en el matrimonio. “Si no hay Espíritu de Dios, no funciona, no hay vida y no hay felicidad. Por lo tanto, hay traición, corrupción, mentiras y engaños”, afirmó.