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«Un clavo no saca otro clavo», especialista explica la veracidad de este dicho

Semanas atrás, en redes sociales circuló un video en el que, al parecer, Ariana Grande, cantante, compositora y actriz estadounidense, lloraba al recordar una ruptura amorosa. Dar por terminada una relación es un proceso difícil de asimilar, donde los sentimientos están a flor de piel: tristeza, culpa, melancolía, enojo, frustración… Y es algo que les ha sucedido a todos.

Dependiendo las causas que llevaron a dicha decisión, ambas partes concluirán de si es posible preservar una buena amistad o si es preferible que cada uno siga su ca­mino sin mantener comunicación. La psi­cóloga Rosa Mena explica que es normal sentir tristeza tras un hecho así, pero no se puede cometer el error de que ese dolor perdure y, sobre todo, iniciar otra relación.

«Si se intenta reemplazar rápidamente el cariño de una persona, se crean expec­tativas que, por lo general, no se cumplen y la persona resulta más afectada que al principio», afirma.

De acuerdo con Mena, lo más recomen­dable es vivir el duelo de la ausencia de esa persona sin importar el tiempo que tenga que pasar. También, recomienda buscar la ayuda de un especialista si esa tristeza no se disuelve.