Muchos hombres se quejan por la pérdida de espacio en los días de hoy, pero, no se dan cuenta de que es muy probable que los culpables de esto sean ellos mismos, porque dejaron de lado algunas conductas que incrementan su valor como hombres de Dios o todavía no las emplean.
Mencionamos a continuación, algunas actitudes que pueden contribuir a que todos sepan cómo un hombre de verdad debe ser y actuar. No piense que la práctica y la habilidad no son necesarias para ejecutar este comportamiento, sino que es necesario practicar cada una de las siguientes actitudes todos los días, siempre que sea posible y, de esta manera, usted podrá convertirse en un hombre cada vez más hábil.
Sea puntual
Dejar a alguien esperando es, ante todo, una falta de respeto. Además de no cumplir lo que se acordó, usted puede perder un cliente, un amigo e incluso una relación amorosa. Por lo tanto, llegue puntualmente a sus compromisos. Esto fortalece y revela su integridad y demuestra que usted es digno de confianza.
Avise previamente
Si se le presenta un imprevisto y nota que no logrará llegar a un compromiso que había agendado, avise con la mayor anterioridad posible que no podrá asistir. Cuando nos referimos a avisar plazos lo mismo se aplica al delegar una tarea. Proporciónele un tiempo considerable a quien la ejecutará para que pueda programarse. Al actuar de esta manera le demuestra a la otra persona que usted valora su tiempo.
Sea gentil
Algunos hombres creen que al actuar con gentileza ponen en riesgo su masculinidad. Esto es un error. El que piensa así pierde, en realidad, la oportunidad de perfeccionar la relación con su esposa, con sus hijos y de mejorar la convivencia en el trabajo con sus compañeros. Su amable manera de proceder le será retribuida de alguna manera, además de dejar en evidencia el respeto que usted tiene por lo que los demás hacen por usted.
Reconozca el esfuerzo ajeno
¿A quién no le gusta recibir un reconocimiento por haber trabajado y por haberse esforzado? A todos les gusta, ¿no es verdad? Por eso, demuéstreles a los que están a su alrededor -a sus hijos, a su esposa o a su compañero de trabajo -que el empeño de cada uno vale la pena. Esto hará que ellos se esfuercen el doble en sus actividades y crezcan cada vez más.
Sea ético
Esta actitud es importante y necesaria para todos los ambientes que usted frecuenta. Un hombre de valor siempre mantiene una postura correcta, respeta las reglas y cumple sus deberes para que pueda ejercer sus derechos. Además, esta postura contribuye tanto para el bienestar individual como para el bienestar colectivo.
Dígale no al chisme
El chisme es un mal que pareciera que siempre está presente. ¿Sabe porque sucede esto? Porque las personas lo propagan. Si no quiere que hablen de usted, no hable de los demás. Si alguien le cuenta un chisme, no le preste atención. Manténgase en silencio para que el chismoso se dé cuenta de lo inapropiado que es su comentario. Recuerde: el hombre chismoso es ridículo.
Diga la verdad
Decir la verdad siempre es la actitud más correcta, a pesar de que no siempre es la más fácil. Recuerde que decir la verdad ayuda a construir puentes y, mentir, a crear abismos. Pero más tarde o más temprano, la mentira se descubrirá. Y, después de haber mentido, puede ser demasiado tarde o incluso imposible remediar el daño. Es mejor decir la verdad y evitar futuras complicaciones.
Responda con educación
Ser educado es una prioridad. No importa con quien hable usted, ya sea una persona adinerada, un pobre, un niño, un hombre, una mujer, sus compañeros del trabajo o su jefe. Si usted es educado, será tratado de la misma manera y, al actuar así, la vida de todos será mucho mejor.
Puede estar seguro de esto.