Un sello de arcilla, de 2.600 años, fue encontrado en el Parque Nacional Ciudad de David, en Jerusalén, por arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA, por sus siglas en inglés) y de la Universidad de Tel Aviv.
La inscripción del objeto fue descifrada por el especialista Anat Mendel-Geberovich y decía: «Natán-meleque, siervo del Rey». Indicando que el elemento pertenecía a esa persona.
¿Quién fue Natán-meleque?
Cuántamente, Natán-meleque es citado en la Biblia: «Quitó también los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al sol a la entrada del templo del Señor, junto a la cámara de Natán-melec eunuco, el cual tenía a su cargo los ejidos; y quemó al fuego los carros del sol. «2 Reyes 23.11
En aquella época, un sello se utilizaba para firmar documentos y cerrar cartas. Por lo tanto, hay indicios muy fuertes de que el artefacto pueda haber pertenecido al «Natán-melec» bíblico.
«Aunque no es posible determinar con absoluta certeza que el Natán-melec mencionado en la Biblia era de hecho el dueño del sello, es imposible ignorar algunos de los detalles que los ligan», dijo Anat Mendel-Geberovich en una entrevista con The Jerusalem Post.
Fidelidad de los relatos bíblicos
Igualmente, Universal.org ya ha informado sobre otros descubrimientos arqueológicos que apuntan a la fidelidad de los relatos del Texto Sagrado.
Como, por ejemplo, cuando los investigadores descubrieron que la región de Jizreel realmente se utilizaba para la plantación de viñedos. La Biblia dice que allí había la viña de Nabot.
O cuando un sello, de la Edad del Hierro, fue encontrado conteniendo la inscripción: «Isaías – Profeta». Indicando que puede haber pertenecido al profeta Isaías.
Estos descubrimientos traen más información sobre el sistema administrativo, la cultura, la economía y el contexto de los tiempos bíblicos.
Sin embargo, mucho más allá, surgen para testificar la veracidad de las Escrituras.
Extraído del sitio web Universal.org