Con una población de más de 105 millones de habitantes, Filipinas es el séptimo país más poblado de Asia y el 12° más poblado del mundo. Formado por un conjunto de islas, ya estuvo en el auge de la economía asiática, pero por el momento enfrenta problemas económicos y sociales, como servicios sanitarios básicos y necesidades de salubridad.
Las lluvias, tifones e inundaciones también son fenómenos naturales comunes que castigan a la población, dejando incluso a ciudades enteras debajo del agua, dependiendo de la intensidad.
Un ejemplo fue un tifón que arrasó al país en el 2009, haciendo que lloviera en pocas horas el volumen previsto para un mes entero. Miles de personas murieron y millones estuvieron sin hogar.
Inicio doloroso
Presente en el país desde 1995 y cuenta con 17 iglesias, algunas en trabajo de expansión, y varios otros núcleos esparcidos de norte a sur del territorio. “Durante muchos años, el trabajo estuvo concentrado solo en la capital, sin embargo, en el último año, logramos expandirlo a 9 provincias diferentes, abarcando aún más la ayuda a los afligidos”, informa el obispo Tiago Lemos de Oliveira, actual responsable del trabajo de la Universal en el país.
Pero el inicio del trabajo fue difícil, principalmente en el sentido financiero. El carpintero Rodelo Salazar Sajul, de 56 años, es miembro desde hace 20 años y estuvo desde el inicio. “Pero eso provocaba en nosotros una indignación que trajo resultados”.
Él también estuvo en la expansión de los templos de la Iglesia en el país. “Antes, solo teníamos un solo lugar para llevar a todos los que necesitaban ayuda. Pero, poco a poco, Dios fue abriendo las puertas en ciudades vecinas y así empezamos a ver el crecimiento de la obra en Filipinas”, cuenta.
Vida amorosa restaurada
Fueron los problemas en la vida amorosa que llevaron a Rodelo (foto al lado) a conocer la fe. El matrimonio estaba destruido y la relación con su ex esposa repleta de peleas. “La situación eran tan insoportable que yo prefería morir solo internamente, que convivir con ellos debido a las peleas constantes”, recuerda.
Para huir de la situación, salía con varias mujeres, pero nada lo satisfacía por completo. Mientras tanto, el matrimonio también terminó. “Fue cuando fui invitado por un amigo para ir a la iglesia y buscar la ayuda de Dios para resolver mis problemas. Después de que llegué, me entregué; dejé a las mujeres con las que me relacionaba y encontré la paz por medio del Espíritu Santo”, dijo.
Su vida sentimental también fue restaurada y hoy él está casado y feliz.
Apoyo social y conquistas
Los trabajos sociales encabezados por la Universal también son realmente diferentes, con donaciones, visitas en hospitales, cárceles e incluso cursos profesionales para los reclusos. En el incidente del tifón del 2009, por ejemplo, esta organizó una gran donación de ropa, agua potable, alimentos y productos de higiene para los más afectados.
“Nosotros convocamos a todo el pueblo para traer sus donaciones y preparamos los kits para ser distribuidos”, recuerda Rodelo.
En el ámbito de la comunicación, esta también ha logrado conquistas como el lanzamiento semanal de la Hoja Universal en el país y, recientemente, un programa de radio que está en el aire de lunes a viernes. “Sabemos que ese paso es muy importante para expandir nuestro alcance a las almas y, por eso, la Iglesia ha invertido muchísimo en la comunicación a través de estos medios”, dice el obispo Tiago.