La vida cambia cuando uno usa su fe. Y hasta en el más pequeño de la casa tiene fe. Sin embargo, muy pocos son los que realmente la usan.
Cuando usted usa su fe, no vive desmotivado, ni triste; es una persona segura y con dominio propio, siempre brillará.
La verdadera fe nos permite tener las características de Dios, pues a través de ella recibimos el Espíritu Santo.
Comenzar un nuevo año no significa que una nueva vida comience, puesto que mientras sus traumas e inseguridades no sean vencidos, tenga por seguro que su vida estará igual o peor el año que vendrá.
Hay muchas personas que están decepcionadas de la fe, pero nunca aprendieron a usarla correctamente. Si usted pone atención a lo que dice la Palabra de Dios y lo pone en práctica, su vida cambiará totalmente. Porque usted recibirá el Espíritu Santo.
¿Usted que quiere? ¿Un espíritu nuevo o un espíritu viejo? ¡Es su decisión!
Para tener un espíritu nuevo, usted, primero, debe sacrificar el espíritu viejo. Debe renunciar a sus viejos hábitos y manías. Debe sacrificar. Ese es el secreto, ¿está dispuesto a hacerlo?