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Según los especialistas en relaciones amorosas, el diálogo es crucial para un matrimonio exitoso y feliz.

Muchos le atribuyen el mérito de una unión duradera al amor, otros, a la paciencia, la tolerancia la complicidad y el compañerismo. De hecho, todo esto es extremadamente importante. Pero, si lo analizamos bien, ¿qué son todas estas cualidades si no también formas de comunicarse?

A final de cuentas, la comunicación involucra mucho más que palabras. Involucra actitudes, gestos e incluso una simple mirada. Muchas veces, un simple gesto comunica mucho mejor que cualquier palabra pronunciada. Para bien o para mal.

 

Síntomas de la falta de diálogo

 

El obispo Renato Cardoso, especialista en relaciones, destaca 8 síntomas de la falta de diálogo en la pareja:

Uno de los dos es muy cerrado, no se abre como pareja.
Cuando una de las partes o ambas esperan que el otro adivine o lo que ella quiere o siente.
Cuando los pedidos de la pareja nunca son atendidos.
Dejan que los asuntos se acumulen y quedan mal resueltos.
Evitan abordar determinados asuntos por temerle a la reacción de la pareja.
Conversan sobre todo (trabajo, cuentas, niños, etc.) pero nunca sobre ellos mismos.
No hay confianza entre la pareja para hablar sobre cualquier tema.
No se tienen el uno al otro como mejor amigo.
Es más fácil reclamar

Según el obispo Renato, el gran problema dela mayoría de las personas es que cuando algo no les está gustando, la tendencia es reclamar, criticar, exigir o fruncir el ceño. En cambio, la reacción natural de quien está siendo exigido o atacado es reaccionar y contraatacar. Es decir, la persona reacciona en el calor de la emoción y ahí es donde reside el peligro.

“Más difícil, sin embargo mucho más eficaz, es que usted procure entender lo que está sucediendo, pensar en una solución apropiada, y actuar conscientemente sobre esta. Entender, exige el uso de lamente. Reaccionar solo exige que usted sienta, obedezca sus instintos —algo que cualquier animal puede hacer”, aconseja.

De ahí la importancia del diálogo en el matrimonio. Sin embargo, es necesario saber comunicarse, de lo contrario no surtirá el efecto deseado.

Ley es para un diálogo eficaz

El obispo destaca dos leyes para un diálogo exitoso:

1a

Para una comunicación inteligente es necesario oír y entender lo que el otro dice, aunque no esté de acuerdo. Por eso, esfuércese. Deténgase. Oiga. No interrumpa. Haga preguntas para obtener más información.

2a

Ponga atención en las señales que envía sin palabras. Una expresión corporal más abierta y receptiva es un secreto de la buena comunicación. No espere un buen resultado en una conversación en la que usted mantiene su postura cerrada y defensiva, con tono de voz sarcástico y suspiros detectables. Su compañero no es su enemigo. Estar abierto al diálogo es prerrequisito para que la conversación termine bien.Procure comunicarse con su cónyuge de forma respetuosa, clara y desarmada.