«Tengo la vida que soñé»
Elizabeth: “Durante 18 años sufrí de taquicardia, visité a los mejores cardiólogos gracias a mi esposo que es médico; sin embargo, en ninguno de ellos encontré la salida, me recomendaron tomar solo pastillas, lo cual más adelante afectó mi sistema nervioso, me torné una persona depresiva angustiada y triste. En las noches no conseguía dormir, había situaciones que me tenían que llevar de emergencia porque no podía respirar.
A causa de esta enfermedad mi hogar se destruyó, mis hijos crecieron cada uno por su lado, se volvieron rebeldes y aislados, yo me encerré en mi propio mundo, pensaba que nadie se acordaba de mi dolor y la tragedia por la que atravesaba, pero la realidad era otra, toda mi familia sufría por mi causa.
Por otro lado, una de mis hijas casi pierde la vida tras caer desde el tercer piso, tenía ocho costillas rotas, el pulmón colapsado, los médicos decían que solo un milagro podía salvarla. Para eso yo ya sabía que para Dios no había límites, decidí sacrificar por ella, y gracias a eso mi hija recobró la vida. Todo cambió, cuando participé de la hoguera Santa en el Templo de Salomón, usé mi fe y obtuve resultados maravillosos, conquisté mi sanidad, un consultorio oftalmológico, mi casa, un auto y la familia que siempre soñé, también mi hijo conquistó una especialidad como retinólogo en México, hoy nuestra vida es totalmente bendecida «.
