Manuela Ortega Nima (47), cuenta que sufrió durante dos años con hipertensión. “Los problemas familiares que estaba enfrentado en aquel tiempo perjudicaron mi salud. Cada vez que tenía impresiones fuertes o una discusión, sentía que mi corazón se aceleraba al punto de estallar, de igual forma pasaba con el dolor de cabeza. Además, el rostro se me adormecía y me daba una sensación de mareo.
Cuando fui por fin al médico, me preguntaron qué era lo que me estaba causando esas molestias. Me midieron la presión y me encontraron con 160, luego también me realizaron un examen al corazón, donde me encontraron que tenía un soplo, eso fue a la edad de 39 años.
El médico me recomendó que no podía tener emociones fuertes, que debía comer saludable, comidas bajas en sal, y una pastilla diaria para controlar la presión pues no tenía cura”, nos cuenta.
Manuela, que ya conocía la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo, continuó perseverando en las reuniones y a través de la manifestación de fe, fue curada. “Hoy llevo una vida tranquila, gracias a Dios fui curada del soplo al corazón y mi presión está dentro de lo normal”, finaliza.