Juntos y mezclados no hay frío
“En tiempos de frío, necesitamos abrigos porque los niños se enferman y a veces no tenemos para conseguir medicinas”, declara Cristiana Rojas, quien cargaba a su bebé en brazos mientras esperaba en la cola para recibir una de las bolsas con abrigos que la Fuerza Joven Universal (FJU) brindaba a su comunidad. La ”Campaña del Abrigo Joven Universal” recaudó más de 550 prendas de ropa y abrigos para la localidad de Ventanilla.
Nuestro objetivo en esta ocasión fue el Asentamiento Humano Pachacútec, que se encuentra a la altura del paradero de la línea 41. Allí nos esperaban más voluntarios del FJU de Ventanilla quienes ya habían informado a los presentes sobre la entrega de los donativos.
Al llegar al distrito se pudo confirmar por qué el Ministerio del Ambiente (Minam) declaró a algunos lugares de este distrito en emergencia ambiental en octubre de 2017. La medida se tomó por las altas concentraciones de plomo en el ecosistema, según informó el diario El Comercio. Además, actualmente enfrenta la versión más cruda de este invierno.
Al menos 140 personas, entre adultos mayores, padres de familia y niños, esperaban en la loza. Nuestra presencia causó el interés de los niños pues fueron los primeros a gritar con entusiasmo al ver las cámaras. Las 140 bolsas donadas contenían 4 prendas, entre ropa y abrigos, y estaban codificadas para personas mayores entre hombres y mujeres, jóvenes, adolescentes y niños. Aquello permitió ayudar a la comunidad de manera más exacta.
Lincoln Goncalves, responsable del trabajo de la FJU, dijo que esta ayuda no consiste solo en entregar un abrigo físico, también uno espiritual. “Estamos muy contentos, ¿quién no se siente bien al hacer el bien?”, pregunta Goncalves entre risas.
La actividad es abierta con una oración, para luego seguir con la entrega de los donativos. Además, aproximadamente 50 litros de chocolatada y queques hicieron esta tarde muy especial. Todo fue recaudado por los participantes de la Comunidad Cristiana del Espíritu Santo (CCES).
Lo invitamos a ser parte del trabajo social de la CCES. Conviértase en voluntario y lleve alegría y esperanza a más personas.